Consiste en cortar la lengua a lo largo, en dos partes iguales pero sin remover tejido, obteniendo así una lengua “Partida en dos” , de ahí su nombre de "lengua de lagartija". Algunos consideran esta modificación como una excelente herramienta en el aspecto erótico. Los principales problemas que se presentan en este caso son el fuerte dolor durante y posterior a su realización, debido a las numerosas terminaciones nerviosas que existen en este órgano, así como el sangrado que puede presentarse.
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